Entre ajustes y frustraciones
El E30 que nunca deja de transformarse
Kathy
5/1/20252 min read


Una vez que tuvimos el vano motor listo y la parte estructural del coche casi terminada, el siguiente paso fue continuar con las modificaciones y detalles finales. Cambié el parachoques delantero y trasero, le instalé taloneras y paneles nuevos en las puertas, y luego, por fin, le di el toque final pintando el vano motor. ¡Todo comenzaba a encajar! Ya solo faltaba montar el motor para escucharlo rugir de nuevo.
Sin embargo, al encenderlo, algo no sonaba bien. No era el sonido que esperaba, algo estaba fallando. Después de un diagnóstico rápido, descubrí que los aros de los pistones estaban rotos. La emoción de verlo arrancar se esfumó rápidamente al escuchar ese ruido raro, y supe que tocaba desmontarlo de nuevo. Fue un momento difícil, pero no había vuelta atrás.
Llevé el motor a rectificar, con la esperanza de que todo quedara perfecto después de esa revisión, pero aunque el motor estaba mejor, seguía teniendo “cositas” que no me convencían. Se calentaba demasiado, perdía aceite, y para colmo, las luces no se encendían correctamente. Todo parecía tomar su propio ritmo y, aunque lo reparaba, siempre aparecía un nuevo desafío.
En paralelo, me lancé a una nueva misión: vinilar el coche. Aunque no terminó tan bien como esperaba, fue otro intento por personalizarlo aún más, un paso que me permitió visualizar cómo quedaría en un futuro. Sin embargo, el coche aún está sin terminar: me metí de lleno en el proyecto, pero todavía hay detalles por pulir.
Además, le instalé faros nuevos, para darle una mirada más fresca y moderna. Las suspensiones también las cambié por unas nuevas, más adecuadas para el tipo de conducción que quiero disfrutar. Y no podía faltar la barra de torretas, tanto delante como detrás, para darle mayor rigidez al chasis y mejorar la estabilidad en carretera.
Ahora, tras un proceso largo de modificaciones, reparaciones y frustraciones, estoy a la espera de pintarlo. Una vez que eso se haga, el coche estará listo, aunque sé que siempre habrá algo más por mejorar. Pero, al final, ese es el encanto de este proyecto: es un viaje continuo, y cada paso me acerca más a mi visión final.

















