Renacer entre hierros
el día que mi E30 volvió de las cenizas
Kathy
5/2/20252 min read


En noviembre de 2022, cuando el coche ya estaba prácticamente como siempre lo había soñado —restaurado, personalizado y con el motor nuevo en marcha—, llegó un golpe inesperado. Tuve un accidente. No fue culpa mía, pero el resultado fue duro: el E30 quedó siniestrado.
Esta vez el daño fue más grave que nunca. El impacto había alcanzado el chasis, y eso ya no era simplemente cuestión de chapa o estética: era estructura, era base, era casi el alma del coche. Durante un tiempo, pensé que tal vez había llegado el final. Pero sabía que no podía dejarlo ahí. No era una opción llevarlo al desguace. Había demasiado esfuerzo, historia y cariño detrás.




Así que, como no podía ser de otra manera, volvió a Retro Garaje, y con él, volvió también Adrián, mi amigo y mago de la chapa. El proceso fue largo y lento, muy distinto a las primeras reparaciones. Hubo que estirar el chasis en bancada, revisar cada centímetro, desmontar zonas enteras para asegurarnos de que todo encajaba perfectamente.
Hubo días de frustración, de espera, de no saber si todo iba a quedar bien. Pero poco a poco, con paciencia y mucho trabajo, el coche empezó a recuperar su forma. Verlo enderezarse, alinearse de nuevo, fue como ver a alguien que quieres salir adelante después de una caída.
Adrián volvió a hacer magia. No solo lo reparó: le devolvió la dignidad, la fuerza y el carácter que siempre había tenido. Este accidente pudo haber sido el cierre de una historia… pero terminó siendo otra prueba más superada.



